miércoles, 10 de abril de 2013

ENSAYO PERSONAL "Ética para Amador" por Francisca Puelma

Introducción

Savater (1991), en el ensayo “Ética para amador”, plantea ideas claves para el desarrollo que el humano debe llevar a cabo procedimentalmente, en donde se debe hacer responsable de él mismo como ser individual, único e irremplazable y, al mismo tiempo, de la sociedad en donde se desenvuelve con todo lo que eso conlleva. Junto con el rol que debe desempeñar, se le añaden conceptos que debe capturar e interiorizar para que este desarrollo (individual y social) sea totalmente efectivo dentro de los márgenes establecidos, tales como la moral y la ética, que conforman en su totalidad el proceso de humanización, el cual es clave para cumplir completamente con el objetivo propuesto por el autor al plantear su visión de hombre, como ser libre.

El autor formula su idea de hombre para quienes están buscando y construyendo una identidad, proponiendo una idea de búsqueda tanto interior (en el propio sujeto), como exterior (en el ambiente: social, cultural), manifestando su construcción en todos los ámbitos de la vida: personal, profesional, familiar, académico, etc. Así, se pretende reforzar la idea de ser humano “integro”, quien debe participar en su propio desarrollo individual, como en el resto de sus pares. Esto, hace que la persona cumpla totalmente con la idea de humanización, ya que no solo se preocupa de sí mismo, sino de quien está al lado, donde también importa, en este constructo, hacer que la sociedad funcione en ambientes responsables, armónicos y equilibrados.


Síntesis del libro

En el ensayo leído, se expone el concepto de “libertad”, principalmente, como una distinción entre el ser humano con el resto de los seres vivos. En este marco, se mencionan las “ordenes” y las “costumbres”, donde se plantea que la primera es un motivo por el cual realizamos una determinada acción , y la segunda, hace referencia a la comodidad de seguir una rutina y el interés de contrariar a otros, es decir, viene dado por la presión que ejercen los demás sobre nosotros. Ambos conceptos, mencionados anteriormente, son englobados por la moral, la cual es el conjunto de comportamientos y normas que se aceptan como válidas dentro de un contexto socio-cultural.

Por otro lado, la ética, distinta de la moral, es la reflexión y comparación que se hace entre diversas acciones realizadas dentro de ese contexto socio-cultural. Sin embargo, se hace una aclaración importante, no hay un reglamento único que indique cuando se es “buen humano” y cuando no, entrando en juego también la intención de cada individuo.

Retomando el concepto de libertad, es importante señalar que no se puede renunciar a elegir y de tener responsabilidad sobre uno mismo. La frase “haz lo que quieras” manifiesta esta relación y, a la vez, se fusiona con la “buena vida” a la que toda persona quiere alcanzar.

Para Savater (1991), la buena vida consiste en dar ésta a los demás y no solo pensar en la propia persona. Esto viene dado porque el hombre no es solo una realidad natural e individual, sino también un ser social y cultural, en donde el lenguaje cumple un rol fundamental.

Junto con lo mencionado anteriormente, es relevante explicar el proceso que es patrón dentro del desarrollo íntegro de la persona como ser individual y social, en donde se va construyendo a él y a los demás. A esto se le llama humanización, es un proceso recíproco, donde se mezcla el amor y el afecto. Así, las personas van construyendo un mundo en donde sus actos dejan huellas, y donde todos son responsables de elegir qué camino seguir, manteniendo siempre ambientes de esfuerzo y equilibrio, enmarcados en climas de justicia y de armonía social e igualitaria.


Análisis

“Aceptar con humildad lo mucho que ignoramos” es una de las primeras reflexiones que realiza Savater en el ensayo. Esta, nos indica que en nuestra vida hay cosas fundamentales de las cuales no somos conscientes totalmente, como del concepto y valor de la “libertad”.

“El hombre nace libre, responsable y sin excusas” es una frase de Jean Paul Sartre que contextualiza la problemática que enfrenta el hombre al ser. Cada uno de nosotros estamos condenados a ser libres y a tener ciertas responsabilidades consigo mismo y con sus pares. Soy libre al elegir, pero eso conlleva reflexionar sobre mis acciones y considerar que estas no perjudiquen mi alrededor, tomando así responsabilidad sobre la sociedad. Pero, ¿Por qué ocurre esto? Debemos tener conciencia que no estamos solos en este mundo, vivimos rodeados de muchos semejantes. Es importante la reciprocidad que interviene entre nosotros, de esta manera nuestras acciones, sean positivas o negativas, influyen en el resto como un dominó. ¿Podemos tener control de este dominó? A opinión personal, la responsabilidad es tan relevante como la libertad como lo es también el amor y la empatía que tengo por mis pares. Nos hacemos personas por vivir en un contexto socio-cultural, nos hacemos personas por la interacción con otras personas, por esto debemos tener respeto hacia cada uno. Pero, lamentablemente, muchas veces esto se nos olvida y actuamos de manera egoísta, sin importarnos nada más que el bienestar propio despreciando al resto.

Las malas prácticas de una sociedad no se llevan a cabo solo por grandes entidades con exceso de poder sino también en pequeños grupos pero no por eso menos importante, por ejemplo, la familia y la universidad. A lo que pretendo llegar es a ser reflexivo en cada paso que doy, a tomar conocimiento de mi entorno y no vulnerar los derechos de los demás.

Solo por poner un ejemplo, ¿Qué pasa con el maltrato familiar? Hay un serio problema sobre ejercer poder o velar por el propio bienestar a costa del maltrato al resto. Debemos ser agentes activos ante este y otro tipo de situaciones, al ser persona no me puedo comportar como una cosa y no hacer nada al respecto. Es una responsabilidad de todos el reducir estas malas prácticas como también las propias para contribuir en una sociedad más armónica y estable. Pequeñas cosas o acciones pueden tener un gran efecto en la vida de todos.

La ética y la moral son fundamentales para el buen convivir de una sociedad, de cierta manera deben regir nuestros comportamientos ya que vivimos en un sistema de redes en donde nos rodeamos y relacionamos con semejantes. ¿Esto me hace menos libre? El ser libre implica sin duda elegir, pero no solo elegimos por nosotros (idealmente) sino también por no vulnerar al resto. En mi opción debemos ser capaces de reflexionar para un bien común, no solo uno individual. Cuando el hombre reflexiona sobre sus prácticas, tanto personales, como sociales, y las desarrolla se está humanizando ya que habrá realizado determinadas acciones que permitirán que el crezca como ser humano y, a la vez, permitirá que el otro pueda ir en la misma vía. Es por eso que el proceso de humanización es tan relevante, porque nos involucra a todos como agentes de cambio, y donde se debe velar por el buen clima para llevarlo a cabo: respeto, responsabilidad, armonía, equilibrio y tantos otros factores.

Es fundamental vivir basados en normas y reflexiones sobre ellas. De eso precisamente se encargan la moral y la ética respectivamente. Una sociedad sin estos pilares, no es sociedad sino un conjunto de seres que carecen de la reflexión necesaria en cada una de sus acciones. Debemos aprender a visualizarlas para saber cómo influyen en cada una de ellas. Así afrontaremos situaciones a través de una reflexión más compleja, sin pensar solo de manera individual.

Quienes se ven más beneficiados con estas reflexiones somos aquellas personas que estamos conociendo un nuevo mundo: académico o laboral. En ellos, encontramos muchas cosas nuevas, cosas que antes parecían irrelevantes y hoy toman gran valor en nuestras vidas. Es útil considerar ensayos de este tipo, el cual no solo sirva para una buena lectura sino también para un buen vivir.


Conclusión

Savater ayuda a sus lectores a ir tomando conciencia en el proceso de humanización. En él, toman importancia muchos factores que se van involucrando para ir construyendo al ser humano individual y social. Entre estos, se encuentra la libertad, la moral y la ética. En este camino, el hombre se va haciendo consciente de su vida social y en ella va buscando su propia identidad, la cual se distingue de los demás como única e irrepetible.

Este proceso se vuelve muy necesario al llegar a la adolescencia por la transición infante – adulto. Se toman decisiones de manera independiente, cada persona comienza a valerse por sí misma. En este momento, saber la importancia de la moral y la ética se vuelve casi indispensable para un buen manejo dentro de un entorno aparentemente nuevo en muchos ámbitos de la vida.

De esta manera se contribuye en un proceso que indica un cambio no solo en nosotros sino también en el resto, provocando de así una colaboración esencial entre el individuo y su propio contexto socio-cultural dado por sus iguales.

No debemos olvidar que lo incondicional dentro de un marco cultural, que hace que el hombre se desarrolle dentro de criterios sociales establecidos y a la vez, le permite ir tomando conciencia de su propia identidad. Esto, en conjunto debe abarcarse en climas de respeto y empatía.


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