lunes, 3 de junio de 2013

ÉTICA EN LA ATENCIÓN FONOAUDIOLÓGICA. Análisis de caso clínico simulado por Natalia Mena y Francisca Puelma.

Introducción

El presente informe tiene por objetivo reflexionar acerca de cómo el fonoaudiólogo aborda un caso clínico particular, con la finalidad de reconocer los principios éticos que están o no presentes. Para esto, se realiza un análisis bioético desde la perspectiva del ser profesional y las implicancias de su ejercicio en el área de salud y educación. El fonoaudiólogo se verá enfrentado en su experiencia laboral a diversos dilemas éticos, por consiguiente, necesitará conocimientos sólidos sobre lo dictado por el Ministerio de Salud, el Colegio de Fonoaudiólogos, los derechos del paciente, constructos del cuidar, entre otros; sin olvidar  la escala de valores que rigen su determinado actuar.

La realización de este taller nos orienta a ser un profesional completo, empático, capaz de sentir por el otro, cuidando la dignidad de las personas. Integrando todos los conceptos vistos en la cátedra, a la hora de trabajar con la comunidad, se puede tomar mejores decisiones acerca de la intervención, tratamiento y diagnóstico que se les hará a futuros pacientes, sobre todo si éstas afectarán en la calidad de sus vidas.


Marco Referencial

Proceso fonológico de simplificación “son los mecanismos que le permiten al niño, entre los 18 meses y 4 años,  expresarse aún cuando sus capacidades de habla le impidan reproducir adecuadamente todos los rasgos y estructuras fonológicas de su lengua” (Mendoza, 2007:17). La permanencia de PFS más allá de los esperados para la edad cronológica del niño provocará un trastorno fonológico, en donde  pueden coexistir  dislalias, que se define como una incapacidad para  pronunciar correctamente ciertos fonemas.

De acuerdo a la epidemiología, este trastorno tiene una prevalencia de 3%  en edad preescolar y el 2% en niños de 6 a 7 años,siendo más común en los varones. Se describe a la enfermedad como una deficiencia innata con predisposición genética.

Existen factores que pueden predisponer a que un niño padezca de dislalia o persistencia de PFS. Así como pequeños que son más tímidos, los que están desmotivados o excesivamente estimulados y aquellos que en el seno familiar viven situaciones conflictivas con frecuencia. Otros factores de riesgo pueden ser la pobreza y el hecho de pertenecer a una familia numerosa.

Los signos  presentes en el trastorno se caracterizan porque el niño emite enunciados poco entendibles, por lo tanto, construyen representaciones fonológicas deficitarias. Se considera que la articulación es defectuosa comparándola con niños de su misma edad.

El tratamiento e intervención fonoaudiológica apunta a lograr la articulación de fonemas específicos. Se trata de desglosar las praxis correctas para cada fonema en un número suficiente de acciones musculares independientes. Y conseguir que el niño aprenda conscientemente los movimientos musculares y patrones respiratorios para la producción correcta del fonema en cuestión.

De acuerdo a las estrategias y programas propuestas por el ministerio de educación encontramos el decreto 1300 y el informe de comisión de expertos del 2004 llamado “Nueva perspectiva y visión de la educación especial”. Las estrategias propuestas por la comisión de expertos se basan en la educación inclusiva. Se considera al alumno como foco del proceso de enseñanza y aprendizaje, donde el medio ayuda a que él se vaya desarrollando acorde a su etapa y necesidades. Conforme a lo anterior, el alumno que pasará a kínder debe entrar a un sistema educativo que considere su edad cronológica y a la vez sus necesidades especiales, las cuales se verán asistidas en todo momento. Será acompañado por un grupo de profesionales que deberá apoyar su desempeño específicamente, en lenguaje, donde se proporcionarán ayudas individualizadas y colectivas, considerando siempre en el proceso a su familia.


Análisis

El caso clínico a analizar es el siguiente: “Fonoaudiólogo que evalúa a menor de 4 años que asiste a una escuela de trastorno del lenguaje. El menor el próximo año debe asistir a kínder. Se establece una conversación con el director sostenedor, sobre que idealmente el menor podía realizar kínder en la escuela de lenguaje. Sin embargo, el menor en la evaluación mantiene un buen nivel semántico y morfosintáctico, acorde a su edad cronológica, pero mantiene procesos fonológicos de simplificación y algunas dislalias. La única manera de que el menor asista al kínder dentro de la escuela de lenguaje es que el diagnostico fonoaudiológico sea trastorno moderado del lenguaje. El  fonoaudiólogo cede a tal petición para mantener buenas relaciones laborales”.

De acuerdo a la ley núm. 20.584 la cual regula los derechos del paciente, en el artículo 4 se dicta que “toda persona tiene derecho a que, en el marco de la atención de salud que se le brinda, los miembros del equipo de salud y los prestadores institucionales cumplan las normas vigentes en el país, y con los protocolos establecidos, en materia de seguridad del paciente”. Según lo anterior y lo descrito en el caso, el fonoaudiólogo no cumple a cabalidad con tales requerimientos ya que sigue órdenes del director de la escuela, las cuales influyen en un diagnóstico alterado del paciente implicando su permanencia en la escuela del lenguaje, aún cuando podría ser alumno de una escuela normativa. Como consecuencia, el contexto del infante cambia por completo. Podemos mencionar además, el artículo 11 en donde “toda persona podrá solicitar, en cualquier momento de su tratamiento, un informe que señale la duración de éste, el diagnóstico y los procedimientos aplicados.” En el caso clínico simulado, lo más probable es que el profesional cumpla con entregar el diagnóstico cuando la familia lo solicite, pero si aquel documento  no posee veracidad, por causas que podemos atribuir a la  falta de ética, claramente  los derechos del paciente se ven reducidos.

Todas las personas merecen ser tratadas con humanidad, estando esto  dentro de  las  reglas  establecidas  por el colegio de fonoaudiólogos. Tratar con humanidad significa tener un grado de empatía con los pacientes, pensando siempre en mejorar su calidad de vida. Este fonoaudiólogo obstaculiza la entrada del menor al sistema educativo acorde a su desarrollo, impidiendo así que se relacione con niños sin trastornos del lenguaje y quitándole la posibilidad de que otro equipo conformado por fonoaudiólogo, psicólogo y profesores lo ayuden en conjunto al avance normal de su desarrollo en el lenguaje.

Considerando las virtudes básicas e ineludibles que se requieren para cuidar a un ser humano con excelencia profesional, se sitúan varias irregularidades en el experto de la salud quien es responsable del cuidado del paciente. Entre estos, encontramos una falta de competencia lo que se traduce en su escaza  capacitación para desarrollar la profesión de un modo óptimo, aquí se necesitarán conocimientos de orden espiritual y psicológico, que resulta mucho más  difícil de integrar que las habilidades y procedimientos de orden técnico.  

La confianza, es decir, fe en la persona que interviene y conciencia la cual establece reflexiones, prudencia, cautela y conocimiento, también se ve afectada ya que  en este caso, el fonoaudiólogo altera el diagnostico real del infante para mantener buenas relaciones laborales dentro de su contexto, sin dar mayor relevancia a su rol como profesional dentro del contexto educacional y de salud. Además de lo analizado anteriormente, hay que mencionar la confianza puesta en la familia del paciente hacia el fonoaudiólogo como alguien que está valorando y cuidando el verdadero problema de él. Por lo general, las familias al no tener conocimiento total de la enfermedad, ponen al menor en manos y disposición para que el capacitado propicie herramientas y conocimientos. De ahí la importancia se ser un profesional integral que vele, por sobre todas las cosas, la salud de su paciente.

Como propuesta de intervención primeramente se deben considerar los intereses y la verdadera necesidad del paciente. Por esto, el fonoaudiólogo como un profesional ético y preocupado por el cuidado del infante, debería ser capaz de explicarle al director cual es la mejor solución en esta situación sea o no dentro de la escuela del lenguaje a la cual pertenece. De esta manera, el fonoaudiólogo debería percatarse de la irregularidad y no llevarla a cabo por los propios intereses del director, sino actuar de acuerdo a su formación ética profesional encargándose de explicar las consecuencias que podría generar esta situación.

Además, es importante mantener al tanto a los familiares directos del paciente de manera que estén informados respecto del diagnóstico, y cuáles son las mejores opciones a considerar para el tratamiento. Por ejemplo, es importante mencionarles que el menor puede estudiar en una escuela normativa siempre que cuente con las herramientas y el equipo necesario para mejorar la problemática mencionada en el caso. Si no se cuenta con un equipo capacitado, se debe considerar la estadía en la escuela de lenguaje.


Conclusión

Se planteó un problema ético de acuerdo a la propia profesión, la cual tuvimos que analizar profundamente a través de diferentes fuentes bibliográficas que permitieran comprender la situación producida en el caso. De acuerdo a lo leído, se pudo apreciar las irregularidades efectuadas lo que conlleva a plantear interrogantes sobre cómo procurar cuidar y tratar a pacientes.

En este caso y muchos otros en los cuales hay situaciones irregulares donde se altera un diagnóstico, no se toma conciencia del verdadero daño que se puede causar al paciente que pone en sus manos toda la confianza en un especialista. Esto puede alterar el tratamiento llevado a cabo así como también el propio contexto del paciente y de su alrededor.

Es necesario conocer las diferentes leyes que involucran al paciente y el quehacer profesional de manera que se pueda analizar y comprender cada caso y que los juicios que se puedan desarrollar dentro de ellos sean conformes a la propia formación ética profesional.

Además, debemos ser capaces de analizar y dar soluciones a los diferentes dilemas que se plantean dentro del ramo y fuera de él para desarrollar juicios que sean concordantes con el contexto legal y profesional.


Referencias Bibliográficas

Ministerio de salud., Subsecretaría de salud pública. (2012). Regula los derechos y deberes que tienen las personas en relación con acciones vinculadas a su atención en salud. Chile: Consultado 17-05-2013 disponible en http://www.leychile.cl/N?i=1039348&f=2012-10-01&p=
Mineduc. (2004). Nueva perspectiva y visión de la educación especial. Chile: Consultado el 17-05-13 disponible en http://www.mineduc.cl/usuarios/edu.especial/doc/201304151157200.Doc_Nueva_perspectiva_vision_Ed_Especial.pdf
Torralba, F. (2000). Constructos éticos del cuidar.
Jordar, M & Cols. (2005). Trastorno del lenguaje y la memoria. Barcelona: UOC
Ortiz, V. (2007). Procesos fonológicos de simplificación. Argentina: Consultado el 17-05-2013 en http://bibliotecadigital.uda.edu.ar/objetos_digitales/229/tesis-3384-procesos.pdf

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